Cuatro días en Praga
Los días previos a la Navidad son, sin duda alguna, un buen momento para visitar la capital de la República Checa y de la región de Bohemia, declarada Patrimonio de la Humanidad. Hace frío, mucho frío, y los días son muy cortos. A las 4 de la tarde ya empieza a anochecer. Pero las plazas del centro acogen luminosos y animados mercados navideños, en los que, además de comprar regalos y adornos, se pueden degustar algunos de los productos más típicos del país.
Cuatro días son del todo insuficientes para visitar todos los monumentos, museos y lugares de interés que ofrece esta bellísima ciudad, también conocida como la Ciudad de las Cien Torres. Pero perderse por sus calles, de ambiente medieval, y que lo transportan a uno a otra época, es ya una experiencia inolvidable. Cruzar el famosísimo Puente Carlos, del S. XIV, con sus 30 estatuas y bajo el cual corren las gélidas aguas del río Moldava, o visitar el Castillo Real, ya satisfacen al más exigente de los turistas.
Catedral de San Vito
Casa danzante o de Ginger y Fred
Y para poner el broche a tan inolvidable visita, nada mejor que un buen concierto. La oferta es inabarcable. Por toda la ciudad se ofrecen conciertos de música clásica, en el mismísimo Castillo, en auditorios, teatros e iglesias.
Sala de conciertos Rudolfinum
FELIZ 2012 !